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Lo que nunca debes decirle a tus hijos

nunca decirle a tus hijos
Frases que no debes decir nunca a los niños
Blanca Espada

Igual que te hemos dado a conocer lo que nunca hay que decirle a una mujer cuando está embarazada, también es importante saber que hay una serie de cosas que un padre o una madre nunca la debe decir a su hijo. Se trata de una serie de cuestiones que hay que evitar por una sencilla razón: puede provocar en el menor baja autoestima, que muestre una actitud rebelde y que no sienta querido. Descubramos entonces a continuación, lo que nunca debes decirle a tus hijos.

Lo que nunca debes decir a tus hijos

Ser padre no es tarea fácil. Además de tener que suplir las necesidades materiales de tus hijos, debes asegurarte de brindarles todo el amor y cuidado necesarios para convertirlos en buenas personas.

Por ello, es importante no reprocharle las cosas que hace mal de un modo que no sea adecuado o poco educativo. Descubramos esas frases que los niños pueden asumir de mala manera y que no son para nada recomendables.

«No me molestes

Los padres es cierto que tienen un ritmo de vida estresante, que les resulta muy difícil conciliar la vida profesional y la laboral y que no disponen de todo el tiempo que les gustaría para pasarlo con sus hijos. Sin embargo, eso no es excusa para que, cuando están en casa realizando cualquier tarea, y su pequeño se acerque a hablar o a jugar le digan «no me molestes».

El niño sólo busca un poco de cariño, disfrutar de la compañía de los papás y sentir su amor. Por eso, no hay que rechazarle con esa frase, porque se sentirá dolido e incluso rechazado. Hay que pensar que cinco o diez minutos con el hijo no tienen precio ni comparación con nada.

«A ver si aprendes de tu hermano»

¿Cuántas veces hemos oído decirle un padre a su hijo esta frase? Seguramente que muchas, pero eso no significa que sea adecuada ni siquiera oportuna. Comparar a dos hermanos es perjudicial para ambos:

El hijo que se pone de modelo puede que, en un primer momento, se sienta halagado e incluso superior. Sin embargo, poco a poco, esa circunstancia se puede transformar en presión por no defraudar a sus padres, por ser siempre el mejor, por hacer en todo momento lo adecuado…

El pequeño al que se le dice que se debe parecer al otro hijo, por su parte, también sufrirá. Y es que se sentirá menos querido, creerá que no es el preferido de sus papás, pensará que es inferior a su hermano…En conclusión, que verá su autoestima minada.

«Eres tonto»

De manera coloquial se recurre al uso de esta frase y la mayoría de las veces se emplea de manera automática sin intención de herir a quien se le dice. Sin embargo, en el caso de los niños hay que evitar por todos los medios expresarla para reñirles porque han hecho algo mal. Si se usa frecuentemente esa expresión por parte de los padres con respecto a sus hijos lo que lograrán es que estos lleguen a pensar realmente que sí son tontos, que siempre se equivocan y que no son capaces de realizar las cosas de buena manera.

«No te portes como un bebé»

De la misma forma, en muchas ocasiones cuando los niños tienen pataletas o se ponen a llorar porque se les riñe o porque no obtienen lo que desean, sus padres recurren a utilizar esta frase. Y también se debe evitar, por una única razón: con la misma se les está pidiendo que no se comporten como un pequeño, cuando en realidad lo son. Es decir, no se les puede exigir una actitud adulta cuando no han llegado a esa edad. Es una incoherencia.

«Aprenderás cuando seas mayor»

Se sabe que los niños son curiosos. Decirles que aprenderán algo más tarde puede parecer una forma rápida de calmarlos, pero no dudarán en intentar saciar su curiosidad en otro lugar: en la escuela o en Internet.

Sustituye la frase por «Aprendamos juntos», y así pasas tiempo con tus hijos, mientras satisfaces su curiosidad sin límites.

«Deja de comer»

La imagen corporal de los niños puede verse influenciada desde una edad temprana. Para evitar que se sientan gordos o que necesitan estar más delgados, diles que es mejor comer sano dado que gracias a ello se van a sentir mejor. ¡Incluso puedes convencerlos de comer verduras!.

«¡Hago todo por ti!» 

No hay necesidad de hacer que sus hijos se sientan culpables por su papel como padre. Para evitar encerrarlos en este sentimiento que podrían experimentar incluso en la edad adulta, exprésales lo que te gustaría que hicieran. Por ejemplo: “Me gustaría que recogieras tus juguetes más a menudo”.

«¡Date prisa y prepárate!» 

Esta es una frase que podría estresar innecesariamente a tus hijos. Para hacerlos sentir culpables, podrías incluirte a ti mismo en la misma declaración. «¡Date prisa, necesito que te prepares, por favor!» es una alternativa que es probable que tenga resultados mucho mejores.

«Los niños grandes no tienen miedo»

Esta es una frase que puede llevar a tu hijo a reprimir sus miedos en lugar de afrontarlos. Lo mejor es preguntarles qué les asusta. Después de encontrar la fuente del problema, puede mostrarle que está a salvo. Por ejemplo, si tu hijo tiene miedo a los monstruos, puedes comprobar con él que no haya ninguno escondido debajo de la cama, en el armario, etc.

«Escucha a los adultos»

Es posible que su hijo necesite escuchar a TODOS los adultos. En lugar de decirles que escuchen bien a los «adultos en general», especifica a cuáles deben escuchar. Por ejemplo, a ti, a su maestro, etc.

«Deja de llorar»

Es fácil que un niño asocie esta frase con el hecho de que las emociones son malas. Para conseguir que se exprese, pregúntale en cambio el motivo de su dolor. No solo podrás entender qué es lo que los entristece, sino que también aprenderán que expresar sus emociones es saludable.

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